VISITA AL SEXÓLOGO... ¿CÚANDO ES NECESARIO?

A veces, cuando nos encontramos con dificultades en nuestra sexualidad y en nuestras relaciones de pareja, vamos desgraciadamente trampeando como podemos, buscando soluciones caseras. Pero, aunque pueda parecernos lo contrario, la mayoría de las veces, se trata de dificultades comunes, más frecuente de lo que creemos.

Pero, como optamos por mantenerlo en secreto o por la auto-negación del problema, nos va naciendo un malestar interior que nos provoca preocupación pues pensamos que somos los únicos a los que algo no les funciona bien.

Las consultas de sexología ofrecen diversas áreas de actuación para solucionar esas dificultades inquietantes donde podremos encontrarle una solución, evolucionar, conocernos y sentirnos mejor. 

Una de ellas es el Área de Terapia sexual y de Pareja. 

Es un espacio pensado para solucionar o mejorar situaciones como: insatisfacción por eyaculación precoz, dolor durante la menstruación, problemas de erección, falta de deseo sexual, dificultades en el orgasmo, eyaculación retardada, conflictos en la orientación e identidad sexual... 

Desde la Terapia de Pareja se orienta la resolución de las diferencias que puedan aparecer a lo largo del transcurso de una relación de pareja. Se potencian las habilidades de comunicación, la expresión de sentimientos, favorecer el desarrollo erótico de la pareja y vencer la rutina. Estos aspectos son clave incluso para parejas contentas con su relación. 

Otras áreas como las de Crecimiento erótico individual, Fantasía erótica, Asesoramiento Sexológico o Educación Sexual, pueden ser también muy beneficiosas para nuestro bienestar sexual y emocional. 

Desgraciadamente, debido a la cultura en la que hemos crecido y por la educación recibida, la sexualidad sigue considerándose un tema tabú así que, todavía nos provoca un gran apuro hablar de nuestra vida íntima. 

Pero nuestra sexualidad es algo natural. Es parte de nuestras necesidades humanas para alcanzar nuestra felicidad física, psicológica y emocional. 

Resolver una duda a tiempo y tener información veraz puede ahorrarnos dificultades presentes y futuras. La mayoría de las personas van al sexólogo cuando su relación está muy deteriorada, incluso cuando han perdido la motivación para solucionar el problema o cuando el conflicto les desborda. No hay que esperar hasta ese momento. Visitar al sexólogo no es nada malo ni de lo que avergonzarse. Todo lo contrario, significa un gran interés en conseguir el bienestar y la felicidad, tanto individual como conjunta con nuestra pareja. (Texto parcialmente recogido de un artículo de la sexóloga Georgina Burgos) 

Un beso, 

Kassandra 

LSK Sensual Boutique